El atlas portulano de Battista Agnese es una obra de gran belleza y valor artístico. Está compuesto por quince láminas a doble página, sobre pergamino. Comienza con una esfera armilar y un zodíaco a doble página, continúa con once cartas que representan el mundo conocido a mediados del siglo XVI y dos mapas de los hemisferios boreal y austral en proyección polar. En la cubierta posterior hay una rosa de treinta y dos vientos que en el centro tiene un pequeño hueco donde debió de estar colocada una brújula. 
Los mapas, iluminados en vivos colores y realzados en oro, están trazados al estilo de las cartas portulanas y representan las costas del mar Mediterráneo, mar Negro y mar de Azov. También incluye dos mapas del mundo: uno en proyección plana, y otro en proyección oval. Las cartas están construidas con una rosa de los vientos central rodeada por dieciséis nudos de rumbos, todos de treinta y dos vientos coloreados en marrón, verde y rojo. En uno de los rumbos hay una rosa completa decorada, al estilo italiano, con las iniciales de los vientos en negro y rojo. 
El mapa del mundo en proyección oval es el más característico de Agnese. Está basado en el mapamundi clásico de Ptolomeo, pero incluye los nuevos descubrimientos. Está rodeado por doce cabezas de angelotes soplones que representan los vientos. Destacan en oro las líneas del ecuador, los trópicos y los círculos árticos. Uno de los rasgos más característicos de este mapa son las líneas que marcan la ruta de Magallanes-Elcano en su viaje alrededor del mundo, realizado entre 1519 y 1522. Al final del atlas figuran dos mapas que representan el hemisferio norte y el hemisferio sur, realizados en proyección polar.
Los paralelos son círculos concéntricos y destacan en oro los trópicos de Cáncer y de Capricornio, los círculos Polares Ártico y Antártico y la eclíptica. Están iluminados en vivos colores y rodeados por un marco rojo decorado con trazos en oro. 
Battista Agnese fue un cartógrafo italiano que trabajó en Venecia entre los años 1536 y 1564 y una de las figuras más importantes de la cartografía renacentista. Realizó, a lo largo de su vida, cerca de cien atlas manuscritos, de los que se conservan más de setenta firmados por él o que pueden atribuirse a su escuela. Sus atlas están considerados como obras de arte por su perfección y belleza.